El químico organosulfurado dimetilsulfóxido (DMSO) tiene la fórmula (CH3)2SO. Este líquido blanco es un disolvente aprótico polar que disuelve moléculas polares y no polares y es miscible con una variedad de disolventes orgánicos y agua. Su punto de ebullición es bastante alto. Después del contacto con la piel, el DMSO tiene el extraño efecto de dar a muchas personas un sabor en la boca parecido al del ajo.
DMSO es un disolvente químico que se utiliza con frecuencia. Cuando se aplica sobre la piel, se absorbe rápidamente y se ha descubierto que disminuye el dolor y la inflamación. El dimetilsulfóxido es un medicamento recetado que se usa para aliviar la irritación y el malestar de la vejiga. El DMSO puede ayudar a reducir la neuropatía periférica y el dolor posterior a la toracotomía, según estudios pequeños. También se han examinado sus efectos sobre el síndrome de vejiga dolorosa/cistitis intersticial, aunque los datos convincentes son insuficientes. También se necesitan más estudios para ver cómo afecta a los pacientes con osteoartritis.
El DMSO administrado por vía intravesical está autorizado para el tratamiento de la cistitis intersticial.
Debido a su fuerte polaridad, el dimetilsulfóxido (DMSO) es un disolvente químico de uso frecuente. También se utiliza como crioprotector. El DMSO se ha explorado como vehículo para medicamentos tópicos porque la piel lo absorbe fácilmente. Se ha utilizado tópicamente para aliviar el dolor y tratar la artritis y se considera que tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios. Según pequeños estudios, el DMSO puede ayudar a reducir la neuropatía periférica y el dolor postoracotomía. También se está estudiando su impacto sobre el síndrome de vejiga dolorosa y la cistitis intersticial, pero aún no hay pruebas concluyentes. Se requieren más estudios para establecer sus ventajas en pacientes con osteoartritis.
El DMSO se ha utilizado en oncología para prevenir y controlar las extravasaciones de fármacos quimioterapéuticos. Puede ayudar a retrasar el desarrollo de células cancerosas, sin embargo, la evidencia es mixta.
Cuando el dimetilsulfóxido se expone al oxígeno, se diluye. Entra rápidamente en la piel cuando se aplica tópicamente, pero a diferencia de otros solventes penetrantes, no causa daños irreparables a la membrana. El DMSO puede favorecer la penetración cutánea de otros medicamentos. Los pacientes con artritis reumatoide pueden beneficiarse de los efectos analgésicos y antiinflamatorios. Además, el DMSO retiene hidróxido de radicales libres; sus capacidades antioxidantes se consideran importantes para evitar la extravasación quimioterapéutica. El metabolito exhalado de sulfuro de dimetilo (DMS) provoca un distintivo sabor a ajo en la boca después del tratamiento con dimetilsulfóxido.
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