Black Cohosh tiene una rica historia en abordar los problemas de salud de las mujeres. Se consume comúnmente como suplementos, con una dosis típica de 20 a 40 mg dos veces al día.
Los alimentos a base de soja como el tofu, el tempeh y la leche de soja contienen isoflavonas (fitoestrógenos). El consumo regular posiblemente pueda ayudar a controlar los sofocos debido a estos compuestos naturales.
El Trébol Rojo, es una rica fuente de isoflavonas. Beberlo como té o consumirlo en forma de cápsulas (40-80 mg al día) puede ofrecer un posible alivio de los sofocos.
Este aceite se extrae de las semillas de onagra. Con sus posibles propiedades de equilibrio hormonal, normalmente se consume en dosis de 500 a 1000 mg al día, según las necesidades individuales.
Repleta de ácidos grasos omega-3 y lignanos, la linaza puede ser beneficiosa. Incorpora 1-2 cucharadas de linaza molida diariamente a comidas como avena, batidos o yogur.
Reconocida por sus propiedades antioxidantes y beneficios para la piel, la vitamina E puede ser útil. Tome una dosis de alrededor de 400 UI al día, pero asegúrese siempre de que no interactúe con otros medicamentos.
Se cree que ayuda con el equilibrio hormonal, lo que lo hace potencialmente útil para quienes experimentan sofocos. Comience con 1 cucharadita (alrededor de 3 gramos) de maca en polvo al día, mezclable con los alimentos. Si se tolera bien, aumente a 2 cucharaditas con el tiempo. Para las cápsulas de maca, comience con una cápsula de 500 mg al día para aliviar los sofocos.
La acupuntura puede aliviar los sofocos. La técnica implica la colocación precisa de agujas para apuntar a puntos específicos del cuerpo.
El yoga, un enfoque holístico del bienestar, puede ayudar a controlar los sofocos. Realizar posturas refrescantes y practicarlas con regularidad puede brindar alivio al mejorar la conciencia corporal y la relajación.
Realizar actividades aeróbicas regulares como caminar, andar en bicicleta o nadar puede reducir potencialmente la frecuencia y la gravedad de los sofocos. Trate de hacer ejercicio constante y moderado.
La salvia puede combatir la sudoración excesiva. La incorporación de té de salvia o la ingesta de suplementos a base de salvia pueden proporcionar alivio sintomático a algunas personas.
Los ñames silvestres tienen compuestos que pueden transformarse en progesterona. Se pueden aplicar tópicamente como crema o consumirse en forma de suplemento, lo que podría ayudar al equilibrio hormonal.
Se cree que el árbol casto afecta la glándula pituitaria. Se consume comúnmente como suplementos o tinturas para equilibrar potencialmente los niveles hormonales.
Elaborados con geles refrescantes innovadores, estos productos ofrecen consuelo inmediato, especialmente beneficioso durante los sudores nocturnos, ya que promueven un sueño tranquilo.
Se cree que Dong Quai armoniza los niveles de estrógeno. Generalmente se toma como suplemento en forma de cápsulas, tintura o té. La dosis recomendada varía, pero muchos suplementos sugieren entre 500 y 600 mg por día.
El magnesio es vital para muchas reacciones enzimáticas. Un suplemento diario de entre 200 y 400 mg podría aliviar algunos síntomas asociados con los sofocos.
Técnicas como la respiración profunda, las imágenes guiadas o la relajación muscular progresiva pueden reducir potencialmente la intensidad de los sofocos al promover la relajación y la reducción del estrés.
Los desencadenantes externos pueden exacerbar los sofocos. Para contrarrestar esto, vístase con capas transpirables, utilice ventiladores y evite ambientes demasiado cálidos para mitigar y controlar los síntomas.
Los consumibles como las comidas picantes y la cafeína pueden intensificar los sofocos. Limitar la ingesta de estos puede reducir potencialmente la gravedad y la aparición de los síntomas.
Las vitaminas B, especialmente B6 y B12, pueden influir en los niveles de estrógeno y el estrés. Comience con un suplemento de complejo B en dosis bajas y consulte a un oncólogo/onconutricionista para detectar posibles interacciones.