Alivia los dolores musculares y articulares. Aplique una compresa tibia durante 15 a 20 minutos varias veces al día. Asegúrese de que esté cómodamente tibio, no caliente.
Reduce la inflamación y adormece el dolor. Aplique una bolsa de hielo envuelta en un paño durante 10 a 15 minutos, varias veces al día.
Propiedades anti-inflamatorias. Utilice entre 500 y 1000 mg de suplementos de curcumina al día o incluya cúrcuma en la cocina según lo recomiende un médico.
Reduce la inflamación y el dolor. Beba de 2 a 3 tazas de té de jengibre al día o incluya jengibre fresco en las comidas. Los suplementos deben realizarse bajo supervisión médica.
Puede aliviar el dolor. Reciba tratamientos de un médico autorizado, normalmente 1 o 2 veces por semana.
Alivia la tensión muscular y el dolor. Busque un terapeuta con experiencia en pacientes con cáncer; La frecuencia puede variar según las necesidades individuales.
Promueve la relajación y el alivio del dolor. Practica yoga suave bajo guía, adaptado a tu comodidad y capacidades físicas.
Ayuda a controlar la percepción del dolor. Practica meditación guiada o atención plena durante 20 a 30 minutos al día.
Los aceites de lavanda y menta pueden aliviar el dolor. Úselo en un difusor o aplique aceite diluido tópicamente, evitando áreas sensibles.
Calmante y pueden ayudar con el dolor leve. Beba 1-2 tazas al día; comprobar si hay interacciones con medicamentos.
Relaja los músculos y puede aliviar el dolor. Disuelva 1 o 2 tazas en un baño tibio y déjelo en remojo durante 15 a 20 minutos.
Reduce la inflamación. Tome entre 1000 y 2000 mg de aceite de pescado o suplementos a base de algas al día según lo recomendado por un proveedor de atención médica.
Puede ayudar con el manejo del dolor. Tómelo según lo prescrito por un médico, normalmente entre 1000 y 4000 UI al día.
Los tés como el de menta o jengibre pueden resultar calmantes. Beba 1-2 tazas al día. Asegúrese de que no haya conflictos con los medicamentos.
Ayuda en la relajación y el manejo del dolor. Practique ejercicios de respiración profunda durante 10 a 15 minutos varias veces al día.
Puede aliviar el dolor. Utilizar según las pautas legales y bajo supervisión médica, especialmente considerando la dosis y la interacción con los medicamentos.
Reduce el estrés y la percepción del dolor. Escuche música relajante durante 30 a 60 minutos al día.
Los ejercicios personalizados pueden ayudar a controlar el dolor. Participar en sesiones según las indicaciones de un fisioterapeuta.
Aplicar calor puede aliviar el dolor. Utilice almohadillas térmicas durante hasta 20 minutos seguidos, asegurándose de que no esté demasiado caliente para evitar quemaduras.
Ayuda a afrontar el dolor crónico. Realice ejercicios diarios de atención plena, que pueden ser guiados por aplicaciones o terapeutas.