Aplique gel puro de aloe vera (sin colorantes ni fragancias) en las zonas afectadas 2 o 3 veces al día, especialmente después de la exposición al sol.
Coloque bolsitas de té verde enfriadas en las áreas afectadas durante 15 a 20 minutos. Alternativamente, frótelo con un paño empapado en té verde frío.
Masajee diariamente una pequeña cantidad de aceite de coco virgen en las zonas afectadas. Asegúrese de aplicar protector solar si sale al aire libre.
Opte por ropa confeccionada con tejidos densos. La ropa con clasificación UPF (factor de protección ultravioleta) también es beneficiosa.
Aplique crema o ungüento de caléndula en las áreas sensibles 1 o 2 veces al día o según sea necesario.
Agregue 1 o 2 tazas de avena finamente molida al agua tibia del baño. Remojar durante 15 a 20 minutos y luego enjuagar.
Coloque los pepinos en rodajas finas en las zonas sensibles durante 15 a 20 minutos. Reemplácelas con rebanadas frescas si se calientan.
Masajee suavemente aceite o crema de vitamina E en las áreas de la piel afectadas diariamente, especialmente después de la exposición al sol.
Utilice al menos una cucharadita para el rostro y un vaso de chupito para el cuerpo. Recuerda reaplicar cada 2 horas.
Beba al menos de 8 a 10 vasos de agua al día. La piel hidratada puede afrontar mejor los factores estresantes ambientales.
Frote un paño empapado en hamamelis en las áreas afectadas 2 o 3 veces al día o según sea necesario.
Limite la exposición al sol entre las 10 am y las 4 pm Si está al aire libre, busque sombra o use ropa protectora.
Elija gafas de sol etiquetadas como que bloquean entre el 99% y el 100% de los rayos UVA y UVB.
Mezcle 2-3 gotas de aceite esencial de lavanda con una cucharada de aceite portador. Aplicar en las zonas afectadas después de realizar la prueba en un pequeño parche.
Aplique una compresa fría o un paño húmedo durante 15 a 20 minutos. Repita varias veces al día según sea necesario.
Remojar un paño en leche fría y aplicar sobre la piel durante 10-15 minutos. Enjuague después.
Revise las etiquetas de los productos para asegurarse de que no contengan fragancias. Esto puede ayudar a evitar posibles irritantes.
Aplicar una pequeña cantidad en las zonas afectadas diariamente. Para obtener mejores resultados, úselo después del baño para retener la humedad.
Opte por áreas sombreadas siempre que sea posible, especialmente durante las horas pico de sol.
Primero aplique jugo de tomate fresco en un área de prueba pequeña. Si no se produce irritación, aplíquelo en las zonas quemadas por el sol para aliviarlo.